AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS

AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS








Año 1974, se estrenaba en "televisión española" que no la 1, este programa, eran años dificiles supongo, pero yo desde mi infancia, los recuerdo felices, la pequeña de 5 hermanos, un poco caprichosa y consentida por Papa y mis restantes hermanos, era su ojito derecho, Mama era la que ponía orden y carácter a esta historia, yo sin embargo siempre fui curiosa, rabo de lagartija, y contestona.
Esos años en los que ir al colegio era una felicidad, donde jugabas más que aprendías, donde creciste con tus primeras buenas amigas, y también con las malas.

Yo señorita de colegio de monjas, algo tímida, aunque luego esa misma timidez se tornara en osadía y descaro años después, no alcanzaba a comprender muchas cosas de mi entorno, que con el paso de los años descubres sin apenas esfuerzo.

De aquella época recuerdo, mis rodillas llenas de "mecromina", siempre fui un poco pato, y aun hoy los despistes me dan para contar mil historias.

Era la época de las pandillas, donde si no entrabas estabas perdida, donde existía un lider, que a diferencia con el cole (solo de niñas), el barrio estaba plagado de ellos, y por ende vecinos, y muy brutos diría yo, aunque yo siempre fui un poco chicazo, de ahí mis pelos cortos hasta casí mi primera comunión. De aquella época recuerdo a Edu,Ana,Oscar,Nona,Lolo (que guapo era, vivia en el 9, tenía un inconveniente olía a pescado como su padre).

Un amigo de la actualidad hace poco puso su propia foto, cuando los vi, me emocione de nuevo y recorde tantas cosas, aquellos patines de hierro, que en mi caso eran heredados, con la goma negra comida de frenar en infinidad de carreras y caídas.

Y esas reuniones clandestinas en algún lugar de los jardines, donde habíamos construido una caseta de cartones para cuidar a un perro con una pata rota, que entablillamos a nuestra manera, con pequeños hurtos en domicilio de vendas, y otros menesteres, al que dábamos de comer, principalmente y en mi caso los bocadillos que no me gustaban....

Esos juegos brutos donde las madres de hoy en día, pondrían con inmediatez una denuncia al Defensor del Menor, si tan siquiera alguno de nuestros hijos, subiera a casa como llegábamos nosotros, despeluchaos, desangraos, con una oreja roja, efecto de algún juego maquinado por el enemigo, con un destornillador en la mano lleno de barro de jugar a la lima, o una pedrada de un maldito tirador de truque. Eso sí el día era redondo cuando en un juego de tabas, la prueba era besar a ese chico tan especial..., con el tiempo aprendí que besar era algo más que juntar la boca, arengada por tu grupo de amigos que decían ¡venga¡ venga¡ ¡que se besen¡ que se besen¡. Pero aquellos besos te transportaban a una nube.



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