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Mostrando entradas de febrero, 2017

FANTASIAS SEXUALES

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Durante mucho tiempo han sido consideradas como tabú o incluso algo de lo que avergonzarse, hoy en día todo el mundo ve las fantasías sexuales como algo natural y propio de la sexualidad de cada uno. La razón para aceptarlas sin renegar es que, además de participar en nuestro equilibrio psíquico (gracias a no negarnos lo que nos excita), es que alimentan el deseo, intensifican el placer, enriquecen nuestra vida sexual y son el motor de una sexualidad más abierta y desarrollada. Somos el animal con la actividad sexual más extravagante, practicamos el sexo por diversión, para dar aliciente a la vida y no sólo para reproducirnos. Así la historia de nuestro erotismo transcurre de fantasía en fantasía y depende de la imaginación y el juego, que es el quid de la mente humana. Todos a nuestra manera, hemos tratado de alcanzar las más altas cotas del placer, con nuestras circunstancias, atajos y trucos, con mayor o menor fortuna, el amor y el buen sexo no saben de conveniencias y si

LA RUTINA

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La rutina es como una rueda que nos mueve una y otra vez hacia lo que ya sabemos, hacia lo ya conocido. Muchas de nuestras rutinas no son sino legados que hemos heredado, atmósferas que hemos respirado, conductas que hemos imitado, maneras de ser que hemos asumido como propias. No pocas veces, en esa repetición de lo conocido, de lo que, aunque adverso, nos resulta familiar y habitual, llegamos a encontrar un cierto bienestar envuelto con los encajes de la apatía, de la falta de ilusión y entusiasmo. Hay rutinas que se nos imponen, sobre todo para que nada se modifique, para que todo siga como siempre, para no arriesgarnos a lo nuevo y, sobre todo, para prevenirnos de nuestro espíritu aventurero y creativo que nos susurra otras brisas, que nos adentra por parajes desconocidos y nos encamina hacia horizontes insospechados. La rutina es el colchón de una comodidad en la que uno va muriendo, poco a poco. La rutina nos arropa, nos disfraza, nos enmascara y nos hace desaparecer con cualquie