Rayodeluna

Querido lector, te invito a que intentes en la simpleza de esta lectura reconocer al menos varios de los besos que diste, que has dado o incluso que darás o no, conforme vaya pasando tu vida Hay besos de cielo, de esos soñados y esperados…besos que empiezan a sentirse antes de que los labios se rocen y sepas qué pasa por tu cabeza, besos de ojos cerrados, besos de fuego, intensos, apresurados que consiguen piel de pollo, esos besos que causan al final más dolor que placer, y más placer que sentimiento.  Besos de veranos fugaces, besos desesperados de invierno, besos de arena que se escurren entre tus labios, besos de sal y de media tarde en la playa, besos esponjosos y sumamente arriesgados.  Hay besos para olvidar y para recordar, besos que se borran en alguno de los pliegues de tu tiempo y caen un día de tu memoria entre las sobres de cartas viejas. Besos de terciopelo rojo y suave, besos sabrosos y besos insípidos. Hay besos de esquina p

Estaba bajo la ducha perdida en mis pensamientos mientras el agua resbalaba por mi cuerpo llevándose todo el cansancio y las preguntas sin respuesta inmediata. Escuché cómo entraba un whatsapp en mi teléfono, sería algún amiga para preguntar alguna cosa, o tal vez alguno de los grupos que de momento podía esperar, fuera lo que fuera no era el momento para suspender el placer de sentir el agua caer desde la coronilla hasta lo pies en un descenso perfecto y reparador.  Volvió a sonar otra vez insistente la campanita, la próxima vez le quitaría el sonido al endiablado teléfono pensó. La cosa parecía insistente pero por otro lado no debía ser grave, para las cosas graves sonaba directamente una llamada. Así que la ducha continuaría hasta que terminara. Unos minutos después, con la calma que había decidido adoptar para acabar el día entró en el salón y localizó el móvil abandonado a su suerte desde hacia unas horas. Esto se dijo era una clara adaptación de la ley de Murphy