BESAME..BESAME MUCHO

Querido lector, te invito a que intentes en la simpleza de esta lectura reconocer al menos varios de los besos que diste, que has dado o incluso que darás o no, conforme vaya pasando tu vida

Hay besos de cielo, de esos soñados y esperados…besos que empiezan a sentirse antes de que los labios se rocen y sepas qué pasa por tu cabeza, besos de ojos cerrados, besos de fuego, intensos, apresurados que consiguen piel de pollo, esos besos que causan al final más dolor que placer, y más placer que sentimiento. 

Besos de veranos fugaces, besos desesperados de invierno, besos de arena que se escurren entre tus labios, besos de sal y de media tarde en la playa, besos esponjosos y sumamente arriesgados. 

Hay besos para olvidar y para recordar, besos que se borran en alguno de los pliegues de tu tiempo y caen un día de tu memoria entre las sobres de cartas viejas.

Besos de terciopelo rojo y suave, besos sabrosos y besos insípidos. Hay besos de esquina poco transitada y besos anónimos entre multitudes. Algunos besos son de risa, otros de pena… 

Hay besos que se te quedan prendidos y jamás te dejan, son esos que querrías repetir a toda costa pero sabes que es imposible porque ya nunca sentirás lo mismo otra vez.

Hay besos en la mano, besos en el cuello, besos en el pelo, hay besos de piel, hay besos de príncipe azul trasnochado y de caballero andante, hay besos de luna, hay besos ásperos y fríos pero estimulantes, besos de amigo, de viento que sopla y te arrastra aunque no lo desees y se ríe en tu cara. 

Besos de última vez y de la primera, de peldaño de escalera y de columpio en el parque, besos de sexo y para el sexo. de lujuria, deseo, lascivos, sensuales que te indican el camino a seguir,

Besos de repente, sin pensar, sin esperar, rápidos y casi volátiles, robados...besos de camino largo, de aburrimiento, de broma, besos de madre atusando el pelo.

Hay besos de adiós, de reproche, de “no tengo ganas pero vale” de “no te acuerdas nunca de mí” y de “no me has llamado desde hace días”, de "a ver si así me dejas tranquila" o de “ya tenía muchas ganas de tenerte”.

Besos compactos y besos con alma, besos con chispa, con prisa… con mordisco y con calma, besos tiernos de sábado en alcoba, besos de despedida en estación o aeropuerto sin fin, besos de invierno frío melancólico y acongojado, besos de amantes, besos de pasión, dulces y salados, de hielo, fríos y contundentes, de tormenta, suaves...

Hay besos de amores intensos y alocados, besos de sentimiento puro, de abrigo azul, de botas altas, de compromiso, de bancos a la intemperie muertos de frío, de tardes en el césped bajo un árbol, besos de barco que se aleja de la orilla, de confeti, de seda, de cuello de camisa, de gala, de perdón, de remordimiento, de mujeres, de hombres,de niños.

Besos que nunca llegan a ser besos, besos prohibidos, que no existen más que en nuestro pensamiento… son besos soñados, siempre perfectos, siempre deliciosos y nunca decepcionantes.

Hay tantos besos como personas que besan, como sueños, como historias que empiezan y acaban.

Tantas clases de besos como momentos de cada vida, como súplicas, como encuentros en el alma por las que vive el recuerdo de una despedida. 

Hay tantas clases de besos como montañas. Como astillas clavadas y como granos de arena y gotas de lluvia.

Hay tantos besos por ahí esperando, tantos por dar y por recibir. Tantos buscando dueño… surcando conciencias y alentando deseos, contando las horas, rebotando en los espejos haciendo cola atados a las patas de la cama.

Besos que esquivan nuestras mejillas esperando un mejor final y susurran a nuestros oídos palabras de aliento para dar el paso y acariciar el cielo. Son besos huérfanos que buscan morada, presos de noches frías y tardes eternas, esclavos de bocas perezosas y miedos ocultos en cada mirada. Besos cansados de vagar y esconderse en nuestros pliegues construyendo fantasías y eludiendo lágrimas.

Hay tantos besos perdidos, tantos besos encerrados...

¡Consumamos todos esos besos por si un día se escapan y no vuelven!.