NUEVA SHEREZADE



Sentada en las frías sillas del aeropuerto esperando la salida de mi avión consulte de nuevo mi teléfono hice las ultimas llamadas, desactive la itinerancia de datos, levanté la mirada al oír el sonido del panel de salidas repiquetear justo cuando acababa de cambiar y anunciaban mi puerta de embarque, nerviosa y emocionada me levante como un resorte como si mi nombre apareciera en ese maldito panel destino… 


 “Buenos días, Sras. y Sres. En nombre de (Alitalia), el comandante Stefano Caligare y toda la tripulación les damos la bienvenida a bordo de este vuelo, cuya duración estimada es de 18 horas 30 minutos, con dos escalas Roma (Aeropuerto Fuimicino) y Adis Abeba (Aeropuerto Bole), con destino final a Djibouti (Ambouli), por motivos de seguridad, y para evitar interferencias con los sistemas del avión, los dispositivos electrónicos portátiles no podrán utilizarse durante las fases de despegue y aterrizaje, los teléfonos móviles deberán permanecer desconectados desde el cierre de puertas hasta su apertura en el aeropuerto de destino. Por favor, comprueben que su mesa está plegada, el respaldo de su asiento totalmente vertical y su cinturón de seguridad abrochado. Les recordamos que no está permitido fumar a bordo… Muchas gracias por su atención y feliz vuelo"



Con mi mente tremendamente ocupada por las emociones me deje llevar por mis pensamientos apoye la cabeza y entrecerré los ojos en un intento de "Flashback" las imágenes se agolpaban en mi cabeza pasando a toda velocidad, la carta, la llamada, la petición, las dudas, todo en mi generaba un estado de felicidad y ansiedad que me hacían pasar del cielo al infierno en apenas segundos, ¡total recorrer 5.517 Kilómetros tampoco era para tanto¡.

"Maldito trato se dijo.." Un encuentro cinco días, después nada, ni volveríamos a vernos, ni hablarnos, ni tan siquiera a escribirnos, cada vez que ella pensaba que había aceptado aquello su mente se nublaba y su estomago recibía el más desolador de los pellizcos, sus ojos se fueron cerrando por el cansancio acumulado.


Sobresaltada oyo una voz que parecía indicar que en breve aterrizarían en el aeropuerto de Ambouli-Djibouti anunciando que la temperatura en el exterior era de 27 grados y humedad del 75% no se si fueron pocas las horas dormidas después de la escala efectuada en Roma pero me sentía abotargada y con sueño, notaba como mis manos empezaban a sudar no era capaz de mover un músculo, aun así conseguí levantarme para ir hasta el baño, lavarme un poco la cara y despejarme.

Volví a mi asiento me abroche el cinturón y note los primeros toques que el tren de aterrizaje hacía en el primer intento de tomar pista.

Pase las aduanas y la cinta de control nerviosa y pensativa, alcance a recoger mi maleta acercándome a las puertas de cristal que se abrían y cerraban monótonas, detrás pude ver gente sonriendo, saludando y esperando con carteles de colores para turistas, busqué una cara conocida pero mis ojos nerviosos no hallaron respuesta, con mi bolso en la mano me dirigí hacia la salida haciendo un alto para preguntar como llegar al hotel (Djibouti Palace Kempinski Luxury *****), así rezaba en su carta, "...cuando llegues tendrás una reserva hecha a tu nombre por cinco noches". 

De pronto cuando me dirigía a la salida, noté en mi espalda un tirón del bolso y eso hizo que instintivamente mi codo tocará por inercia las costillas de aquel individuo oyendo tras de sí un agudo quejido, me giré pidiendo disculpas por mi brusquedad y sorprendida me encontré con un rostro familiar de tez morena, ojos oscuros, largas pestañas, incipiente calvicie y pelo color plata que me hicieron volver a tan sólo 25 años atrás, le miré él me miró y sostuvo los mios, durante unos segundos note como a los dos se nos humececian los ojos, dejando paso a un largo abrazo por todos los años que dejamos de vernos, la alegría podía sentirse en todos los poros de mi piel. ¿Como estas, -decía el?, estas estupendo decía yo.


Llegaron al hotel en 10 minutos un taxí les llevo hasta su destino, durante el camino yo no paraba de hablar y hablar para evitar esos terribles nervios, el me escuchaba atentamente mientras notaba como su mirada recorría mi cuerpo y sonreía. El vehículo entro por las enormes puertas del lujoso hotel una construcción típicamente árabe, con sus fuentes, sus celosías, un lugar paradisiaco, unas piscinas sin fin, varios "chill out" a la orilla del mar, uno de los lugares donde las puestas de sol serían maravillosas a su lado, pero como en los cuentos toda buena estrella tiene su daga envenenada.




En el umbral de la puerta hicimos un amago de despedida correcta, en un par de horas te recojo me dijo, si me necesitas estoy al otro lado de esta pared en la cena hablaremos de todo y te prometo un largo paseo por la playa, quédate le dije, tienes mucho que contarme yo me ducho y nos vamos enseguida, no sabía de donde habían salido esas palabras, el dudo un instante pero la gran puerta labrada se cerró con el dentro de la sala.

La habitación era como me la había imaginado una maravillosa cama de madera con dosel decorada con raso  de multiples colores, las luces, los cojines, las celosias labradas en cada una de las columnas, el olor a incienso perfumado, olores que hacían despertar sentidos inimaginables. Me dirigí a la ducha, como quitando importancía al asunto, el se sentó en mi cama haciendo preguntas absurdas, que yo respondia.

la sorpresa fue cuando abrí la puerta del baño enrollada en mi toalla de felpa color miel y comprobe que alli no había una ducha que aquello era un jacuzzi, y que además estaba preparado, a mi espalda pude oir, ¿te gusta así?, les pedi que lo mantuvieran caliente por si querias relajarte antes de la cena, le miré nuevamente a los ojos, esos que me dejaban sin respiración, le cogí de la mano y le dije ven conmigo, a la vez que le desabrochaba los primeros botones de su camisa y despacio muy despacio, besaba su boca, su cuello, su espalda, la temperatura empezaba a subir, el deseo estaba a flor de piel sus cuerpos se buscaron, se abrazaron hasta consumar un acto de fe, que llevaban deseando hacia muchos años que los dejo exahustos mental y fisicamente para acabar acariciando la piel que les atrapo y quedarse practicamente dormidos y desnudos frente a un gran espejo.

Al despertar ella penso que aquello era todo una locura y que después de lo vivido y sentido no podía acabar así, tenia que convencerlo y luchar, pensó que tal vez así comenzaría su nueva historia no sólo serían cinco noches, ella sería capaz de reinventarse cada día para él...recordando el famoso cuento de Sherezade.

" Cuenta la historía que la bella Sherezade formaba parte del haren del sultan, el cual se acostaba con una joven diferente cada noche, para al día siguiente mandar decapitarla, Sherezade hacía la esposa número tres mil, pero ella  no estaba dispuesta a morir como sus antecesoras, la primera noche comenzó a contarle una historía al Sultan, de tal modo que éste, quedo prendado de su cuenta cuentos y cada día le pedía uno nuevo, que ella dejaba astutamente para la noche siguiente y el Sultán de ese modo permanecia entretenido por mil y una noches hasta que decidió perdonarla y hacerla su reina".


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