TUS BUENOS MOMENTOS
La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento en los que tienes que contener esas palabras que te dejan pasmado que vives intensamente, que te cortan la respiración. Son instantes en los que te cambia la vida, en los que con los ojos cerrados y los sueños bien despiertos sabes que tienes algo por lo que vivir. Que te ha ocurrido a tí y que te pellizquen porque no es verdad que esto sea real.
Que no es un sueño, que lo has conseguido, que ha merecido la pena. Me da igual que unos lo llamen suerte, otros lo llamarán perseverancia, (una amiga mía dice muy sabiamente que siempre lo que pasa es lo mejor que debería de pasar y si no es para tí, entonces no estaba en tu camino...)
Tú siempre los recordarás como los momento que te dejaron sin habla porque el tren de tu vida cambió de dirección en ese mismo instante. Es por estos momentos por los que te planteas si vivir tu vida de manera sensata merece la pena o, por el contrario, estás atrapándote en un billete de ida y vuelta que no tiene nada más que ofrecerte, no te dejes llevar y sube al tren que te traiga la felicidad del camino y los paisajes desde la ventanilla en primera fila.
Relájate y comete errores, no intentes ser la versión más perfecta de ti misma, tomate las cosas con menos seriedad, corre riesgos, viaja más si puedes, sube montañas, nada en mar abierto sin respaldo de la costa, ve a lugares donde nunca hayas ido, vive más, preocúpate menos, no cargues tu vida con un kit de supervivencia y aprovecha para dar a tu vida la mayor intensidad posible cada día.
No se si puedo afirmar, sin que me tildéis de exagerada que hay momentos que por si solos valen por toda una vida, pero si sé que los hay que, al menos, pueden compensarte por varios años. ¿Con qué tiene que estar relacionado ese momento concreto, para que se convierta en parte de tu biografía imborrable?, imagino que para cada uno será diferente para unos será el nacimiento de un hijo que será de los más especiales, para otros será quizá ese beso perfecto, esa caricia electrizante y a tiempo, esas palabras pronunciadas en el momento perfecto, esa mirada tierna, esa noche de pasión intensa acompañado de sexo del bueno, ese momento de diversión incomparable donde las risas ocupaban todo el recuerdo, o tal vez una simple conversación, un tranquilo paseo por la playa, un largo viaje, una canción, un regalo, un triunfo, un libro, un encuentro...?
Lo que durase en cada caso no resulta sustancial, porque estamos hablando de momentos sublimes y los momentos así son fugaces por definición.
De cualquier forma, tengamos claro que esos instantes que te quitan el aliento, no se pueden provocar. Te asaltarán por sorpresa y quizá solo después (a veces, mucho tiempo después), te darás cuenta de que viviste algo que no olvidarás en el resto de tu vida, que te dejan una impronta en el cerebro, que el solo recuerdo hace que se erice todo el vello de tu cuerpo. Algunas veces necesitamos de impulsos externos para darnos cuenta de lo valioso que es la vida, y que esos "momentos" son vitales para nosotros cuando descubrimos que es mejor disfrutar más y cuestionarnos menos.
Porque la vida es un paseo más o menos corto, donde sobre todo a ciertas edades deberíamos empezar a ser más corazón que mente para despertar al artista que llevamos todos dentro en cualquiera de las destrezas de la vida, y descubrir que la felicidad esta hecha de pinceladas y que esos buenos momentos se encuentran justo en donde estamos hoy y ahora.
Y por último, recordar que los momentos 'sin aliento' son también el mejor reconstituyente para aquellos otros vacíos de emociones que deberíamos llevar con nosotros en algún rincón de nuestro cerebro y no tener miedo de regresar a ellos cuando nos haga falta, porque nos pertenecen ya por siempre, cerrar los ojos y volver a lo que vivimos por un instante mágico, sentirnos no sé si el "Rey del Mundo o el Príncipe de los Mendigos" pero si parte de aquellos privilegiados que vivieron en sus vida la magia de un momento por el que les ha valido la pena vivir.
Ojala que hoy, mañana o la semana que viene os regalen un momento así, y si sois atrevidos os doy la oportunidad de penséis en uno de tantos de esos buenos momentos que la vida os ha regalado y lo traigáis a vuestra mente, y quizá por un segundo lo reviváis hasta poner una sonrisa en vuestras caras.
Terminaré diciendo que mi vida personal ha estado y está llena de buenos momentos y de otros que me quedan por vivir ¡espero¡, pero os confesaré que siendo debilidad por las miradas que me hacen temblar.
Comentarios
Publicar un comentario