STREPTEASE

Donde esta el límite y donde la situación más placentera para un hombre o una mujer, es licito recurrir a casi cualquier cosa que la otra persona este dispuesta hacer por placer, por amor, por sumisión, por oportunismo, por dinero, ahí es donde se mezclan opiniones contradictorias del puritanismo propias de mentes educadas en estrechas convicciones religiosas, éticas o morales con las nuevas tendencias de el "todo vale", desde la literatura, el cine, los sabores, los olores, las sustancias acuosas, o cualquier otro juguete erótico para practicar sexo en autentica libertad y modernidad todo esto se ha convertido en un fenómeno social, donde se incita claramente desde detrás de cualquier publicidad a la práctica diaria y se aboga por sus contrastados beneficios en piel, alma y cuerpo.

Durante décadas la mujer ha sido relegada en la cama a valores de meros objetos sexuales manipulables al antojo del varón que se cruzara en su camino, el gozo era por y para ellos, basándose en míticas leyendas donde la vinculación en y sus prácticas sexuales era una única finalidad servir exclusivamente para perpetuar la especie sin pedir nada a cambio, salvo parir hijos sanos.

En general las demás prácticas y apetencias sexuales serían realizadas antaño por una profesional con la que muchos se han encamado como primera experiencia o tal vez en la búsqueda de nuevas emociones en catre ajeno. Las nuevas tendencias eróticas son un reto para muchos de nosotros con cierta edad, con menos agilidad y con pocas ganas de complicarse la vida para ir quizá más al grano.

El mundo cambia y nosotros con el, por eso si nunca habéis visto o tal vez disfrutado de la provocación de una mujer común quitándose la ropa, os estáis privando intuyo de uno de los placeres mundanos más hermosos que tiene la humanidad.

El  striptease es mucho más que un cortejo o un rito sexual, es una fuente de poder para el que lo practica, donde se juega con la seducción, el placer, el deseo, el voyeurismo quiza la parte más esencial, donde el físico cumple su papel pero no es del todo imprescindible si existe complicidad entre las partes con dosis de erotismo, y la plácida reprimida transacción de miradas, esos movimientos que en ese momento son solo para uno, esa música contrastada con el silencio de la piel de una mujer, verla moverse, tocarse como una sombra insinuante, incitar al pecado de la lujuria exorcizada por el gusto de su propio cuerpo.

Hay bailes y bailes, unos se pagan con mucho gusto, unos terminan en encuentros sexuales, otros suceden y otros...

No busquéis manuales para estas prácticas, ni literatura, ni tampoco inspiraciones en el cine erótico, buscar dentro de uno mismo la capacidad de dar y recibir placer, pedirlo, sugerirlo son ideas que se me ocurren, la sorpresa igual esta ahí escondida detrás de unos ojos sorprendidos pero dispuestos.

El striptease en definitiva se ha convertido en un arma letal de seducción en nuestros tiempos, donde la música juega un papel muy importante porque hay canciones que parecen hechas para eso, para descubrir en el placer del baile un motivo a solas para encontrarnos, para amarnos, para desearnos y para compartir un secreto revelador el gusto por ver una mujer desnuda y en lo oscuro.

Cerrar los ojos e imaginar....como empieza este fantástico ritual solo para tus ojos