PUPILAS AMIGAS



No te rindas no cedas...a un amigo cualquiera que nunca es cualquier amigo.

Siempre hay una salida, aunque esté muy escondida. aunque este tras un muro de grandes dimensiones, creo que siempre hay unas pupilas amigas con palabras de esperanza que te ayudan a derribar fortalezas hasta que se rompa por alguna de sus esquinas.

Creo que siempre hay algo hermoso, por pequeño que sea, en cada momento oscuro. En el camino de la decepción más grande, la traición más rotunda… Ese trayecto sórdido en tu vida en la soledad más profunda cuando te encuentras contigo mismo y oyes sólo el sonido de tus tripas y sabes que tal vez no haya nadie más a tu lado en muchos días, en siglos...A muchos kilómetros de piel y calor… 

Cuando buscas ese abrazo loco y darías pedazos de vida por una caricia… Cuando te sientes tan encerrado en tus miserias que parece que el mundo esté tras una cortina traslúcida que te permite ver pero no tocar. 

Incluso entonces, te sorprendes encontrando un rostro afable dando un buenos días, ojeando un libro y topándose por azar con la frase que necesitas leer o escuchando las palabras que buscas entre mil voces. 

Entonces recuerdas que existes y que todo es posible. Y cierras los ojos y prometes recordar este instante, en un año, en diez años… Hasta el final del viaje. Y guardarlo como algo precioso. El momento en que te diste cuenta de que resistirías. 

Que el mundo iba más allá de tu mundo, que había un vida más allá de las paredes que tu cabeza había construido para ti… Y que sólo tenías que imaginarlo, que ser capaz de verlo con unos ojos distintos a los que llevas puestos. Creo que siempre hay un resquicio por el que la ilusión puede escaparse de un cuerpo salir a la calle a buscar fantasía… Y si no la encuentra, pintarla, crearla, inventársela para que exista.

Creo que siempre hay un deseo al que agarrarse. Aunque queme y te deje las piernas temblando. Siempre hay algo que cumplir, un horizonte al que llegar, esa esquina de antes para girar y descubrir qué hay al otro lado. Y no importa lo que ves, lo que importa son las ganas con las que pisas el camino. 

El pulso acelerado de cada paso, la emoción de sentirte vivo mientras lo imaginas. La multitud de pensamientos que atraviesan tus sesos hartos de rutina y ansiosos por salir del sendero marcado.

Creo que siempre hay más de un camino, más de una respuesta, más de una puerta que cruzar, más de una carcajada pendiente… Más de un cielo que ver y más de unos labios que besar.  

Más de una pasión con la que agotar al cuerpo, más de un amor que dar sin medir ni recortar. Sólo hace falta salir del decorado y girar la vista. Mirar donde no miramos. Imaginar lo que no imaginamos. Pensar que lo merecemos, exponernos. Quedar desnudos de alma y conciencia, ser osado intentar seguir y no parar… 

La imprudencia de seguir bailando cuando la música ya no suena y la noche se acaba, creo que siempre hay un mar distinto que rodea tu pedazo de tierra, por desierta que parezca. Una forma diferente de releer nuestros recuerdos para que no arañen.  Un poco de calor en la tarde más fría del invierno, del invierno más crudo, del año más duro y de nuestra vida. No lo dudes… Estaré a tu lado si me necesitas.

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