DESPEJAR LA INCOGNITA
La vida no es lo que es, si no lo que creemos esperar de ella una ecuación por resolver. Vivir es acumular incógnitas, aunque haya gente que prefiera vivirlas inmersas en un montón de rutinas que les dan plenamente la felicidad con todo organizado en el sendero de su día a día sin salirse del guión establecido sin resquicio para pensar en hallar la fórmula de la dificultad para trazar ese círculo imperfecto, que nos da ese puntito de humanidad esas líneas paralelas, que tanto pensamos y queremos los demás. Al principio uno recurre a la búsqueda, a las operaciones matemáticas más complejas, pero de nada sirve tanto cálculo, tanto decimal. Porque cierto día comprendes que las cuentas que valen se hacen con cinco dedos, y se escriben directamente en la piel de ciertas personas que eliges, esas personas que cuando consigues abrazar te hacen sentir que la ecuación está resuelta, que no puede haber un sitio mejor donde estar, que te hacen tener la certeza de que aleja...