“El amor no se dice, se hace… Y cuando se habla mucho de él es porque no se tiene”. Llevas parte de razón amiga, amar se conjuga, se vive, se experimenta. El amor es activo, se mueve, se retuerce, se enreda y se enzarza en tu vida. Te tapa los ojos y luego te suelta como a una gallina ciega. Te revuelve tanto que cuando te detienes ya no sabes qué guardas en cada una de la habitaciones de tu alma. Es adictivo porque nada te da tanta fuerza, tanta esperanza, tanto calor… Tanto frío. Nada hace que te levantes con tantas ganas de más, aunque sepas que nunca llega, que nunca cuaja, que no vas a tocar ni medir el tamaño de tus deseos con los de ese ser humano al que le anhelas la mirada y todo el bien que te cabe en la imaginación. El amor, de todo tipo, suelta y al mismo tiempo amarra. Cura y araña. El amor a veces se juega, se baila, se detiene y aumenta de tamaño o disminuye, empequeñece, busca morada, busca rumbo. Es una sacudida helada, una ráfaga tan ardiente que...
En la vida hay momentos en que tenemos la sensación de que hemos perdido algunos trenes.... Sentimos que hay oportunidades que hemos dejado pasar de largo, bien porque no hemos sabido verlas o porque no nos parecieron adecuadas en su momento. Tengo amigos que afirman que no se arrepienten de nada de lo que han hecho, sino de lo que no han hecho, y cuando me dicen esto yo pienso en esos trenes perdidos, esas oportunidades que no fueron nuestras, pero que pasaron a ser de otros que tal vez sí las aprovecharon, ya que todos los trenes acaban encontrando sus pasajeros. "El tren solo pasa una vez en la vida", "es una oportunidad que no puedes desaprovechar","lucha por tus sueños", "por el amor de tu vida no lo arruines"...Muchas veces oímos frases de este estilo. Parece que vivimos con oportunidades únicas con momentos decisivos en el que nos encontramos entre la espada y la pared y en el que todo depende de cómo actúes para que encuentres el ...
A veces lo que no te conviene es altamente hermoso y apetecible. Tiene la apariencia de algo que has deseando por los siglos de los siglos. Huele a gloria, viste largo y elegante, camina sin vacilar. Es un bombón con el corazón de hiel, una rosa con espinas ocultas pero envenenadas con un opio que te envuelve y adormece, el entrañable cachorro del animal más salvaje y despiadado que puedas imaginar… Es muy complicado saber cuándo decir sí o decir no ante ese esplendor. Hay muchas cosas buenas que nos llegan a las manos disfrazadas de aparentes fracasos, segundas oportunidades, juguetes viejos, casi saldos, y luego resulta que les das la vuelta, les limpias la cara y sacas brillo y son un sueño, un tesoro… Si sabes apreciar lo que te aportan te das cuenta de que has dado en la diana de lo más grande de tu vida. Hay que saber apreciarlo y no perder esos golpes de inmensa suerte ocultos tras rostros polvorientos y envueltos en papel de periódico viejo. En ocasiones, sin em...
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