Septiembre siempre ha sido un mes de buenos propósitos a pachas con Enero, empiezan las rutinas, los mierdas de políticos vuelven a la linea de fuego para amargarnos el día a día, los gastos extras, los horarios lectivos para cualquier persona en edad de estudiar, o trabajar (con suerte), los periódicos tienen mas de dos hojas, la gente se reune, se cuenta, se actualiza, las fiestas de los pueblos son el preámbulo de buenos augurios. Encaramos el cambio estacional con fuerza emocional después de un merecido descanso, atrás dejamos todo lo malo o lo regular atándolo con buenas piedras de rió para que no nos lastre, y se sumerja para siempre. Así empezar el mes lleno de buenos propósitos, que nos hagan sentir bien, que nos den esas ganas de vivir, y de tirar para delante. Valen todos, ya sea aprender un idioma, retomar la búsqueda de un trabajo, comprarse un coche, ver crecer a los tuyos, adelgazar, buscar pareja, ser mejor persona, conciliar, tomar decisiones, ...